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Siempre hemos sugerido evitar que nuestros hijos puedan tener acceso a páginas inapropiadas, en concreto hoy quiero referirme a cuando ellos se encuentran con una página porno.
Hay que tener muy claro que un niño o una niña que aún no ha llegado a la adolescencia y se cruza con una de estas páginas no es porque la vaya buscando, sino más bien que ellas lo buscan a él. Para que esto ocurra, es tan sencillo como clicar sobre algún anuncio o mandar nuestros datos para una suscripción, sorteo, etc….
Hay que saber que cuando facilitamos los datos personales en Internet, dejan de ser nuestros, ya que pueden ser vendidos a cualquiera que esté dispuesto a pagar y la industria del porno es un comprador habitual.
Siempre me ha parecido curioso el sistema que utilizan estas páginas para “ahuyentar” a los menores de edad:
- Aparece una ventana con una imagen sensual y sugerente.
- Cuando pulsas sobre la ventana te lleva a una página porno en cuyo centro aparece un mensaje en el que te pide que si no eres mayor de edad abandones lo que estás a punto de ver.
Yo siempre he comentado que si algún niño/a abandona la página habría que vigilar al menor porque no es un comportamiento normal. Lo habitual es que la suma de unas imágenes sugerentes + la prohibición por la edad + la curiosidad de saber que hacen los adultos = Es el cóctel perfecto para seguir adelante.
Queramos o no, nuestros hijos se van a encontrar con estas páginas, antes o después, esto es tan cierto como saber que cada día serán un poco más mayores que el anterior.Si partimos de la certeza de este desagradable encuentro, personalmente recomendaría actuar tan pronto como nuestros hijos empiecen a coger el móvil o el ordenador.
Si no nos adelantamos a esta situación, nuestros niños se van a encontrar con imágenes que les van a crear un importante desasosiego al ver modelos de mujeres siliconadas y hombres con genitales desproporcionados, manteniendo relaciones sin el menor rastro de respeto, cariño o amor.
Para evitar estas nefastas consecuencias mi recomendación sería hablarles de estas páginas antes de que se tropiecen con ellas, explicarles que todos los seres humanos independientemente de la raza y color tenemos lo mismo: una cabeza, un tronco, dos brazos, dos piernas, dos pechos y un pene o una vagina.
Que ser más grande o más bajo, tener el pecho mayor o más pequeño o el tamaño de los genitales no nos hace mejores sino únicos.
Que las películas porno son sólo eso, películas en las que los actores interpretan un papel que es mentira, al igual que lo es en una película de acción en la que uno tras otro van “muriendo” los actores, pero la verdad es que no fallece nadie y al acabar de filmar la escena, todos esos «muertos” se levantan y se van a casa con su familias.Si somos capaces de hablar con la misma naturalidad de las películas de: acción, ciencia ficción, terror o porno, evitaremos su frustración al crecer aspirando a esos cuerpos «perfectos” y «superdotados”.
Evitaremos que piensen que la única relación que puede haber entre hombres y mujeres es una relación posesiva y genital, motivo por el cual tantas mujeres son sometidas y maltratadas a manos de sus parejas.
Mi próximo artículo se titulará: “¿Por qué son tan geniales los Adolescentes?”
Este artículo también ha sido publicado en https://valledeelda.com/blogs/los-invisibles.html