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Nos hemos acostumbrado a oír hablar de los adolescentes solo cuando cometen alguna estupidez o un delito, al igual que solo se oye hablar de los padres últimamente, cuando matan a un hijo (Filicidio).
Todos los progenitores lo hacemos lo mejor que sabemos y nunca nos debemos de sentir culpables si nuestros vástagos nos tienen desorientados, cansados, cabreados, etc. Eso no significa que lo hayamos hecho mal o que el niño nos haya salido “defectuoso”.
Recuerdo la anécdota de un padre que estaba tan sobrepasado por su hijode 14 años que entró en la Unidad y en la primera consulta que vio abierta, lo metió y comentó al profesional que estaba en ella: “¡no aguanto más!, cuando me lo arregléis, llamarme”.
Nuestros hijos son seres maravillosos, únicos y no vienen programados para “tocarnos las narices”, cuando llegan a la adolescencia.
Nadie nos puede pedir que seamos unos padres perfectos, porque nadie nos ha enseñado, aunque tenemos la obligación de aprender, pero sí nos pueden pedir que seamos coherentes:
• No le podemos prohibir que fume, con un cigarrillo en la mano.
• No le podemos prohibir que consuma alcohol, si nosotros bebemos.
• No le podemos prohibir que chillen, si nosotros les gritamos.
• No les podemos prohibir que consuman porros, si nosotros tenemos una maceta de marihuana para uso personal.
• No les podemos pedir que sean personas cultas, si nosotros no pasamos de los titulares del Sport o del Marca.
• No podemos llegar a un acuerdo con ellos, si no somos capaces de ponernos de acuerdo entre nosotros como padres.
• No les podemos pedir que apaguen los móviles, si nosotros no somos los primeros en hacerlo.
• No les podemos pedir que nos cuenten cosas, si a la hora de comer encendemos la televisión para no escucharlos.
• No les podemos pedir que nos respeten, si tratamos a patadas a nuestros mayores.
• No les podemos pedir que estudien y descansen en su habitación, si se la llenamos de chismes tecnológicos: TV, Videoconsola, Móvil, etc..
Si queremos tener en un futuro próximo adultos responsables, deben aprender del ejemplo de los que estaríamos dispuestos a dar la vida por ellos, los Padres.
Este artículo también lo podéis encontrar en el blog Los Invisibles del Valle de Elda
Mi próximo artículo se titulará: “COMO AYUDAR A UN DELINCUENTE”
Te felicito por tu labor en este blog
Un saludo
Eulalia
Muchísimas Gracias por tus palabras de aliento.
Un Abrazo.
J.J.
Totalmente de acuerdo. La coherencia de la mano del sentido común es la clave para que haya un acercamiento. Hasta tu próxima entrega.
Exactamente, Coherencia y Sentido Común, estos son los ingredientes de la educación familiar.
Gracias.