Si quieres escuchar el artículo con la voz del autor:
Todas las semanas vienen o llaman a la Unidad de Conductas Adictivas de Elda (UCA), personas con el mismo problema:
Tienen un familiar (hijo, marido, madre, etc.) del cual sospechan que puede estar consumiendo (alcohol, porros, cocaína, etc.) o abusando de alguna tecnología(móvil, ordenador, videoconsola, etc.); hasta tal punto que está perdiendo el trabajo, los estudios, la familia, etc. Y por supuesto la salud.
Es desgarrador escuchar a este familiar, entre lágrimas, describir la impotencia de no poder ayudar a esa persona querida, al ser rechazado su apoyo una y otra vez, con el argumento: “a mi no me pasa nada”, “tú estás loca”, “no soy un borracho…”, “no estoy enganchado, lo hace todo el mundo…“.
Hace unos días vinieron los padres de Isabel (nombre ficticio), muy angustiados por su niña de 15 años, pues desde el año pasado se había convertido en una persona totalmente distinta:
En casa siempre estaba cabreada y protestando de la comida, de su ropa, de su vida… En cambio cuando salía a la calle, volvía a ser esa hija amable, educada y sonriente, tal y como confirmaban vecinos y familiares.
En el instituto habían caído todas las notas y había suspendido varias asignaturas.
Había cambiado de amigas y ya no iba con el grupo de siempre.
También esta semana ha venido a pedir ayuda la mujer de Antonio (nombre inventado). Comenta que su marido siempre ha sido un hombre bueno y trabajador pero desde que se quedó en paro, ya no ha vuelto ser el mismo. Va de trabajo en trabajo, donde siempre acaba mal y la mayoría de las veces cuenta que no le han pagado.
En casa no hay quien le aguante pues siempre está o durmiendo o maldiciendo.
Tanto su esposa como sus hijos están asustados y desconcertados.
En los momentos de serenidad cuando se intenta hablar con él, la respuesta siempre es la misma: “yo no tengo ningún problema, ¡dejadme en paz…!”
En ambos casos el problema lo tiene la familia al detectar que algo grave está pasando aunque la posible causa, la enfermedad (porros, alcohol, cocaína, tecnologías, etc.) realmente la tienen Isabel y Antonio.
En la unidad escuchamos a los padres y a los familiares, les comentamos lo que probablemente puede estar pasando, y una vez que han recuperado el “aliento” y el “color de cara”, les empezamos a sugerir estrategias para conseguir traer al enfermo a la Unidad.
Tenemos claro que ninguna persona se va a poner en tratamiento mientras piense que no está enferma.Lo que tenemos muy presente en nuestro trabajo, es que nunca abandonamos a los que sufren, a los que tienen el problema, por muy tercos que sean los enfermos negando la realidad.
Este artículo también lo podéis encontrar en el blog Los Invisibles Del Valle de Elda.
En mi próximo articulo comentaré: ”LA HIPOCRESIA DEL ALCOHOL”.
Senhores particionantes em vez de brigar vamos informar a população sobre os efeitos do uso de cocaína. Quais são os efeitos da cocaína a curto prazo? A cocaína causa uma euforia intensa e rápida, seguida imediatamente pelo oposto — depressão intensa, pressão alta e fissura por mais droga. As pessoas que a usam não comem nem dormem adequadamente. Elas podem experimentar taquicardia, espasmos musculares e convulsões. A droga pode fazer com que as pessoas se sintam paranoicas1, furiosas, hostis e ansiosas — mesmo quando não estão no barato. Independente do aumento da quantidade ou frequência do uso, a cocaína aumenta o risco de o usuário ter um ataque cardíaco, derrame cerebral, convulsões ou insuficiência respiratória, sendo que qualquer um destes pode resultar em morte súbita.
Como mi portugués es muy malo, he utilizado el Google Traductor para no perderme:
Señores particionantes en vez de pelear vamos a informar a la población sobre los efectos del uso de cocaína. ¿Cuáles son los efectos de la cocaína a corto plazo? La cocaína causa una euforia intensa y rápida, seguida inmediatamente por el contrario – depresión intensa, presión alta y fisura por más droga. Las personas que la usan no comen ni duermen adecuadamente. Pueden experimentar taquicardia, espasmos musculares y convulsiones. La droga puede hacer que las personas se sientan paranoicas1, furiosas, hostiles y ansiosas – incluso cuando no están en el barato. Independiente del aumento de la cantidad o frecuencia del uso, la cocaína aumenta el riesgo de que el usuario tenga un ataque al corazón, derrame cerebral, convulsiones o insuficiencia respiratoria, cualquiera de ellas puede resultar en muerte súbita.
Respondiendo a su afirmación, he de comentar que el problema no es que no conozcan los efectos de las drogas sino que no están dispuestos a dejar de consumirlas, pues piensan que a ellos no les va a ocurrir.
Muchas Gracias por permitirnos saber su opinión.