Si quiere escuchar el artículo leído por el autor:
Estoy convencido de la buena voluntad de padres, maestros o profesionales sanitarios. Todos en general, lo hacen lo mejor que pueden o lo mejor que SABEN y aquí tenemos el talón de Aquiles y al mismo tiempo una gran oportunidad.
Los padres hoy, en una sociedad tan exigente no pueden limitarse a dar de comer, vestir y llevar al colegio a sus hijos; y más con internet y sus tecnologías.
El sistema educativo está totalmente desactualizado y por muy buenos profesionales que lo formen, no se puede enseñar solamente, para valerse en el siglo XXI, con las herramientas educativas que utilizaba Fray Luis de León (siglo XVI).
La medicina está teniendo avances espectaculares mes tras mes, sobre todo por el apoyo de las grandes farmacéuticas que hacen posible costosas y largas investigaciones. ¿Pero qué ocurre con el grupo poblacional mas sano, el que menos medicamentos necesita: los adolescentes?. A estos apenas se les ve por el sistema sanitario y cuando aparecen lo hacen por urgencias. Son los grandes desconocidos, son pacientes incómodos y muchas veces imprevisibles; de hecho apenas se les estudia en las carreras universitarias de Ciencias de la Salud.
Personalmente, no creo que nadie venga a solucionar los problemas de nuestros hijos, alumnos o pacientes, pero sí que soy un creyente del poder de cada uno de nosotros, para mejorar la vida de los demás.
Yo no soy quién para dar consejos, pero:
– Quizás si los padres dedicáramos sólo una hora al mes, para conocer las etapas por las que van a pasar nuestros hijos: niñez, pubertad, adolescencia; entenderíamos mejor qué ocurre con ellos en cada momento y si algo no va bien, saber dónde y a quién pedir ayuda.
– Quizás los maestros y profesores con reservas o rechazo a las tecnologías, podrían mirar con los ojos de sus alumnos, y comprobar que esos “chismes”, forman parte de su día a día, siendo impensable un futuro sin ellos. Las TICS (Tecnologías de la Información y Comunicación) pueden ser una estupenda herramienta para enseñar, sabiendo que “nunca un destornillador sustituirá a un mecánico, al igual que nunca una tecnología sustituirá a un buen maestro».
– Quizás los profesionales sanitarios deberíamos levantar la mirada y ver más allá de la enfermedad; trabajar con las personas sanas para: retrasar o evitar enfermedades, tener la mejor calidad de vida y “perpetuar” la juventud, aunque sea con las sienes plateadas. En una palabra practicar la Sanidad Proactiva.
Este artículo también lo podéis encontrar en el blog del Valle de Elda
Mi próximo artículo se titulará:
«UN PROBLEMA COMPLEJO”
Thanks to the translation done by Sara Cremades González (teacher and philologist), you can read this article in English:
WHAT ARE WE BREEDING, ENTREPRENEURS, GENIUSES OR MELONS?
I am convinced of the good will of parents, teachers or health professionals. In general, they all do the best they can or the best they KNOW and here we have the Achilles heel and at the same time a great opportunity.
Parents today, in such a demanding society, cannot limit themselves to feeding, dressing and taking their children to school, especially with the Internet and its technologies.
The education system is totally out of date and no matter how good the professionals who train it, it is not possible to teach only with the educational tools used by Fray Luis de León (16th century).
Medicine is making spectacular advances month after month, above all thanks to the support of the big pharmaceutical companies that make expensive and lengthy research possible, but what happens to the healthiest population group, the one that needs the least medication: adolescents? They are hardly ever seen in the health system, and when they do appear, it is in the emergency department.
They are the great unknown, they are uncomfortable and often unpredictable patients; in fact, they are hardly studied in university degrees in Health Sciences.
Personally, I do not believe that no one comes to solve the problems of our children, students or patients, but I am a believer in the power of each of us to improve the lives of others.
I am not the one to give advice, but:
- Perhaps if we parents dedicated just one hour a month to get to know the stages our children go through: childhood, puberty, adolescence; we would understand better what is happening with them at each moment and if something is not going well, we would know where and who to ask for help.
- Perhaps teachers and professors with reservations or rejection of technology could look into the eyes of their students and see that these «gadgets» are part of their daily lives, and that a future without them is unthinkable. ICTs (Information and Communication Technologies) can be a great tool for teaching, knowing that «a screwdriver will never replace a mechanic, just as technology will never replace a good teacher».
- Perhaps we health professionals should look beyond the disease; work with healthy people to: delay or prevent disease, have the best quality of life and «perpetuate» youth, even if it is with silver temples. In a word, practising Proactive
The next article will be entitled:
«A COMPLEX PROBLEM».
